De la malacopa

El repertorio de comportamientos irracionales producidos por el alcohol es bastante cosiderable. Los que recuerdo en ese momento son: euforia, exhibicionismo, agresividad, tristeza, hilaridad, somnolencia, calentura, poliglotismo y antojos de comida grasosa. Siempre he partido del supuesto de que el alcohol actúa como una lupa magnificante que al concentrarse en un sentimiento, lo potencia. Es como un catalizador de emociones y el resultado de la embriaguez depende de cada coctel personal de sensibilidades. Si uno está triste, el resultado de la peda serán las lágrimas. Si uno está enojado, pues la violencia; y así sucesivamente.
La tan temida malacopa no es más que ciertas emociones que no coinciden con el estado de ánimo requerido para estar en una fiesta: ya sean la agresividad, el llanto excesivo o la necedad (entre otros). Creo que lo verdaderamente difícil es que es una situación casi azarosa: uno nunca sabe dónde va a detenerse la bolita en la ruleta.
Existen aquellos que creen que pueden controlar todos los factores que rodean al buffet emocional durante la borrachera. Yo más bien creo que es un asunto coyuntural, pero que está muy influenciado por los estados de ánimo que preceden a la peda. Como quién dice, si estás deprimido, mejor no te embriagues.
Obviamente el exceso es el exceso, ¿no?
Saludos