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domingo, agosto 6

Orange goo

W es el resultado de la mezcla excesiva de vodka, sprite, kazares, chetos, palomitas y cacahuates japoneses. Cuando la vi llegar, sabía que debía tomarlo con cautela: baile desenfrenado, saltos energéticos en un piso resbaloso, derramamiento de vasos sobre los comensales. La fiesta aún no terminaba, pero decidimos partir. Al subirse a mi auto, W me advirtió que su estómago no era lo suficientemente estable como para aguantar el viaje. Imágenes de anécdotas pasadas vinieron a mi mente, y pensé que debía estar atento, ante cualquier signo de peligro.

Llegamos a mi casa y W corrió hacia el baño, yo pude respirar tranquilo, pensando que la había librado. Poco sabía de las escenas del exorcista que ocurrían en ese mismo instante. Con todo y giro de 360 grados, W expulsó un líquido anaranjado semi-fosforescente que cubrió las paredes, la taza, el tapete, mi toalla, su pantalón y tenis; todo esto sin parar de reír. Como si disfrutara del olor dulzón de queso sintético que para entonces inundaba mi cuarto. La noche se prolongó todavía media hora en lo que logré hacer desaparecer la mayor parte de lo rastros del incidente.

A pesar de la viscosidad de W, algo me dice que puedo sentirme agradecido de que al menos esta vez, ella no tuvo el descaro de retar al cigarro. Ya veremos que nos regala en su próxima visita; hasta entonces, ¡salud!

2 Comentarios:

Blogger MariK dijo...

O_o

*_O

11:44 a.m.  
Blogger azm dijo...

JAJAJAJA... Xun no sabe que ya encontró su alter ego; quizá los cigarros es la kriptonita

10:38 a.m.  

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