Inicio

sábado, julio 23

Parábola de la polilla

Adicta a las gigantescas explosiones en pantalla, a las carreras de autos a 300 km/h, al vértigo del parque de diversiones, al estruendo del sonido sorround, al dinamismo del videojuego, al viaje psicotrópico que multiplica los sentidos; la polilla desfallece cuando se extingue la luz. Solo entonces se da cuenta de que vive en el más tedioso de todos los mundos posibles. Vacío de color, falto de diversión, carente de embriaguez.


La polilla está enferma y el deslumbramiento es su enfermedad.