Inicio

martes, febrero 27

¡Ratas!

Mis cotidianos paseos bicicleteros me han llevado a descubrir, como dijera Al Gore, una verdad incómoda...

El DF es un nido de ratas, y no me refiero a los rateros comúnes que roban y asaltan en las esquinas, sino a los roedores grises y rastreros que habitan las jardineras y alcantarillas de la ciudad. Pero mi descubrimiento tiene un giro macabro, en realidad no es que vea demasiadas ratas corriendo o saltando por ahí; lo que encuentro son los cadáveres de animalillos que no han logrado esquivar las llantas de los millones de automóviles que circulan por las calles. Es el ciclo de la vida una vez más, la lucha por la vida en medio de la muerte.

No puedo recordar el número de ratas aplastadas que he visto desde que empecé a pedalear por las calles de esta ciudad, pero han sido demasiadas. El repertorio abarca desde la fresquecita con la tripa desparramada, hasta la que ha perdido su tercera dimensión y no es más que una marca fósil sobre el pavimento...

El filósofo dirá que siempre es bueno ver un nuevo ángulo de las cosas; un profesor, que siempre se aprende algo nuevo. Yo más bien pienso que los chinos son muy inteligentes... en un país con gente que se muere de hambre, cómo es posible que no se aproveche un recurso tan vasto de nutrientes... :P

1 Comentarios:

Blogger azm dijo...

ahhhhh pusiste imágenes en mi cabeza durante todo el día, yo evito mirar al suelo, así sobrevivo en esta ciudad

11:49 a.m.  

Publicar un comentario

<< Home