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miércoles, junio 20

De vuelta

Pues estoy de vuelta... :)

Puedo decirles que me alimentaron bien, me cuidaron bien, me entretuvieron bien, me la pasé muy bien y aprendí algunas nuevas cosas interesantes sobre el pueblo Alemán...

Sabemos de su pasión por la cerveza, el gusto por el pan, la dedicación y empeño en la planeación y organización de aereopuertos, autopistas, corridas de trenes, actividades académicas y demás. Los alemanes se quejan si la señalización del aereopuerto no es lo suficiente clara, les parece una aberración que el tren llegue 3 minutos tarde y la mayoría considera reprobable que alguien ande en bicicleta en "sentido contrario".

Los alemanes son personas amables, de buenos modales y relativamente conservadores. Creen definitivamente que viven en el mejor país del mundo, como todos lo creemos (aunque no lo decimos abiertamente). La diferencia es que en el fondo nosotros lo dudamos, mientras que en el fondo, ellos están seguros de eso.

Los alemanes (y las alemanas) son muy altos. Se siente bien estar en un lugar donde no me siento tan pigmeo.

Pero todas estas cosas ya las sabía, y otras también, que por espacio no repito. Lo nuevo que aprendí fueron dos: nada es gratis en alemania, de verdad nada. Ni las bolsitas de catsup o mostaza que necesitas para tus papas una vez que ya pagaste pinche mil euros por un plato. Ni un vaso de agua. Todo cuesta y por todo se paga.

Y la otra, les gusta quitarse la ropa en los parques, y si se puede, estar completamente desnudos. Nada agradable para mi extranjera percepción... pero así es.

Bueno, le damos un final abrupto a este post. Porque no se me ocurre nada más. Saludos a todos.