Inspiración

¿Porqué a veces es muy fácil escribir cosas muy buenas y a veces cuesta tanto trabajo? Llevo toda la mañana pensando en un post más o menos entretenido, más o menos interesante, más o menos cagado. Pero simplemente no llega. La sequía del escritor es mi pan de cada día; solamente puedo escribir cuando me siento inspirado.

La pregunta es si un escritor puede vivir de su inspiración. Siempre he pensado que el trabajo del escritor es 90% disciplina y macheteo y 10% inspiración. Pero al mismo tiempo, quizá solamente el 10% de lo que llega en un momento inspirado es lo que vale la pena leer de nuestro escritorcillo imaginario.

No lo sé, pero me gustaría poder escribir más fluida, continua y atractivamente. Mientras tanto... diatribias triviales. Espero que sean suficientes.

Morning person

De entre las formas de agrupar a los diferentes tipos de personas, una de ellas puede ser por su gusto relativo hacia las diferentes horas del día. Si bien, lo típico sería que todos estamos activos durante el día (entre las 12 p.m. y las 7 p.m.), existen dos momentos particulares que pueden ser de preferencia para algunos o detestable para otros: las noches y las mañanas.

Yo, por mucho, prefiero las mañanas. Esto se debe a varios motivos:

- Por la mañana el día es más agradable, generalmente hay luz y sol y un friíto que invita a disiparlo con algún tipo de actividad. La mañana invita a moverse, a estar activo.

- Uno de mis alimentos favoritos del día es el desayuno; la comida del desayuno es mil veces mejor que la de la cena (tomen en cuenta que en Oaxaca se desayuna pesado: tasajo, enfrijoladas con crema y queso, entomatadas, chilaquiles, salsa de huevo o queso, y cualquiera de estos platillos acompañados por un chocolatito de leche y un pan de yema). A esto agrégenle fruta, cafecito, mermelada, embutidos, cereal... Creo que podría desayunar tres veces al día.

- Tengo el problema de que mis facultades mentales solamente operan eficientemente entre las 7 a.m. y las 3 p.m. Así que hay que aprovechar la mañana para sacarles todo el jugo que pueden dar.

- En la mañana abren los museos, los parques, todos los negocios. En la mañana uno va a la Universidad (¡Yupi!)

- El sexo es mejor por las mañanas; nada más que agregar.

Por supuesto que la mañana tiene muchas desventajas en relación a la noche, y también la noche tiene sus cosas. Semióticamente es casi obvio que la oscuridad refiere a lo sórdido y no tan obvio que la mañana refiere a lo ñoño. Otras asociaciones que se hacen es que los jóvenes viven de noche, mientras que los viejos lo hacen de mañana. Creo que no tendría demasiado que objetar a estas asociaciones. Pero bueno, soy mañanero ¡y qué! :)

El ojo flojo

Mi caso es triste, seguramente lo han notado. Yo prefiero no hablar de ello, pero es innegable que mi ojo derecho… digamos que tiene voluntad propia. Durante mi infancia y alguna parte de la juventud, tuve que vivir con gente llamándome bizco, o virolo, que es aún peor. ¡La desgracia tan grande! Para colmo, mis papás todavía ríen de vez en cuando al percatarse de que mi ojo está de vacaciones y no hace la labor que debería realizar en ese momento.

Clínicamente, a quien sufre lo que yo, se le llama estrábico (suena mal, pero mucho mejor que virolo). Resulta que cada ojo tiene 6 músculos que lo mueven. Supuestamente los músculos de ambos ojos debieran funcionar en sincronía, para permitir a una persona fijar la vista en un mismo punto y así, desarrollar una visión apropiada. Bueno, pues el estrabismo es una condición donde alguno de los músculos de uno de los ojos es más débil que el resto, provocando que ese ojo no esté en correcta sincronía. Teniendo como resultado un ojo flojo; un desgraciado que siempre está fuera de lugar.

A pesar de todo, parece que mi condición no es taaaaan grave. Hay formas de estrabismo donde los ojos se encuentran permanentemente descoordinados, lo cual no sufro. Digamos que tengo suerte de que mi mala suerte no esté taaaaan de la fregada. Como quiera que sea, parece que una pequeña cirugía podría corregir el “defecto”. Quizá un día de estos…

Mascotas

Me encantan los animales, me gusta verlos, acariciarlos y jugar con ellos. ¿Cuidar a uno? No creo; no puedo conmigo mismo y a duras penas puedo mantener viva una planta... (referencia inevitable al personaje de 28 días).

Las únicas mascotas que he tenido en toda mi vida fueron 3 hámsters que se reprodujeron muchas veces. Siempre los regalaba. El final de sus vidas no fue el mejor: uno escapó y vivió en la parte de atrás de la taza de mi baño durante semanas (después no lo volví a ver). Otro murió en las fauces del tercer hámster (estos bichos tienen extrañas tendencias al canibalismo). Y el último murió en las fauces de un gato, que se metió a mi casa y lo abdujo de su pequeña jaula.

La verdad es que no extraño a estos hámsters en lo más mínimo. No tenían personalidad, y ya sabemos que la personalidad importa demasiado. Me gustaría un perro o un par de gatos... no se si podría.